Días de septiembre
Flechas en mi pecho, vómitos con sabor a paz.
Desde mi monte hasta tus raíces
Noches intensas, hora de cicatrices con piel de madera.
Las monedas no existen en este tiempo
una flor siempre será flor, no obstante la metamorfosis de un hombre…
las banderas de acuarela me miran con su negatividad profunda, pues el viento las barniza con pinceles de armazón.
Hermosa como el contraste de una luz divina
Desorden espiritual, miedo al descenso
como esperando el llamado de aquel cangrejo que solo vive un momento.
Me alejo lo más cerca posible de ti
Me deslumbra su palidez externa de ruidos cumpleañeros
no estoy pintado a la pared por si no lo sabes, no todos lo saben.
Dolor de cerebro perdonados en el transcurso del día
¡se acercan se acercan! Rituales de aburrimientos liberando pájaros en torbellinos
camino y me detengo, camino y suspiro, mi sombra me hizo sombra, el ruido me hizo ruido, buscarte me hizo verte, Septiembre me hizo estar vivo.